Cómo elaborar una tabla de quesos

Pocos alimentos son tan deliciosos y versátiles como un buen queso, ya que se puede degustar de diferentes maneras y acompañar de una gran variedad de alimentos. Para elaborar una tabla de quesos lo primordial es que agudices los cinco sentidos.

En primer lugar, es recomendable escoger una tabla de madera, que no absorba los olores de los quesos y mantenerlos a temperatura ambiente, retirándolos del frigorífico, 15 o 20 minutes antes, para disfrutar del sabor.

Lo ideal para acompañar una tabla es elegir un pan blando y otro crujiente, que contrasten con la textura del queso. Unas galletas crujientes no están de más y algún elemento dulce, como la mermelada o las uvas, acentuarán el sabor. Las combinaciones con vinos son infinitas, pero elegir el maridaje perfecto puede no ser una tarea sencilla. Si además quieres deleitarte con sus sabores y texturas, es aconsejable utilizar un mínimo de cuatro variedades de queso y un máximo de ocho. Para escogerlos no hay un criterio fijo, tienes que hacer tu propia selección, valorando las texturas, la maduración, la intensidad y el animal del que procede la leche.

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